Desde que en 1791 Luis Galvani, detectó la presencia de actividad eléctrica en una rana, la ciencia camina y aprende el entramado de lo que podemos llamar el cableado eléctrico y químico de la vida humana. Sin embargo, las cosas se han puesto complicadas y a veces es difícil explicarlas.
Recientemente Netflix adquirió los derechos para Latinoamérica el 4 de junio del 2021 para transmitir en su sistema de streaming los documentales de CUERPO HUMANO: UN MUNDO ENTRAÑABLE (Human: The World Within) de la PBS: Public Broadcasting Service.
Tal vez para el ojo experto y acostumbrados a datos más profundos, el material podrá sonar muy sencillo o repetitivo, sin embargo es interesante dar una oportunidad al menos a algunos de sus seis episodios.
Y en particular si está usted interesado en la Neurociencia y tiene el servicio mencionado, ver al menos el primer capítulo llamado “REACT” (Reaccionar) y que intenta explicar la relación entre nuestro complejo sistema nervioso, el núcleo cerebral y la relación que tenemos con la nuestro entorno, con la naturaleza externa.
Entender como el cerebro asimila y procesa la información de la naturaleza de manera prácticamente digital por nuestra columna vertebral y como nuestras neuronas se comunican en un lenguaje que va de lo químico a lo eléctrico.
Lo interesante del episodio es que puede ser visto por toda la familia y con ejemplos reales y situaciones límites podrá entender algunos aspectos fundamentales del trabajo del sistema nervioso. Por ejemplo Como una boxeadora aprende y entrena su memoria muscular, o como una mujer superó el miedo de un huracán reentrenando su mente en situaciones extremas.
El último caso vemos el trabajo de la doctora Ranu Jun de la Universidad de Florida en un joven esposo, Jason Little, quien perdió su brazo, pero por una prótesis puede comunicar a su sistema nervioso en lo que se conoce como el dolor fantasma, cuando hay una pérdida de un miembro del cuerpo humano sin embargo el cerebro aún registra sensaciones como el tacto o cosquilleo aun donde ya no existe tal parte del cuerpo.
Seis aspectos recuperables que podemos prender de este documental serían los siguientes:
- El sistema nervioso compuesto por el cerebro y todo sus componentes, lo más cercano que puedes entender como lo que en realidad eres tu mismo.
- Tan solo en tu cerebro cuentas con 100 mil millones neuronas y millones más en todo el cuerpo.
- Cada neurona tiene a su vez una conexión con otras 10 mil neuronas, por si sola.
- Estas neuronas, diferentes de las otras células del cerebro, son más parecidas a raíces de los árboles que se comunican unas con otras a una velocidad que viaja a más de 430 km/hora
- Que la neuroplasticidad es posiblemente el mayor de los dones que tienes en la vida pues tu cerebro y sus neuronas son por la misma evolución diseñada para ser adaptadas e incluso entrenadas, por lo que es posible cambiar nuestra percepción con nuevas experiencias. Es decir, podemos cambiar, siempre.
- Una de las formas fundamentales que emplea el cerebro para comunicarse con el exterior y responder al él es por medio las emociones.
El miedo, por ejemplo es el más básico de los mecanismos de adaptación. Y en mayor medida todo se basa en una pequeña glándula de apenas 2 cm de tamaño: la amígdala.
Cuando sentimos miedo es la amígdala la responsable de emitir y dirigir un gran cóctel de neurotransmisores a todo el cuerpo: hacer que el pulso aumente, las pupilas se dilaten, que sintamos mariposas en el estómago, porque ha reducido el torrente sanguíneo a tu cuerpo, y que en la piel tengamos escalofríos para mantenernos caliente.
Esta percepción emocional generará también una serie de recuerdos, que son técnicamente neuronas hablando entre ellas, evaluando en fracción de segundos si un nuevo evento es similar a alguno del pasado para volver a repetir la misma dosis de neurotransmisores.
Sin embargo cuando el estrés llega a ser extremo ocurre un fenómeno conocido como alarma o secuestro de la amígdala que menciona Daniel Goleman, donde perdemos prácticamente el control de nuestras emociones y nos volvemos irracionales
“Las emociones negativas intensas absorben toda la atención del individuo, obstaculizando cualquier intento de atender a otra cosa”
-Daniel Goleman
Ahora sabemos que en gran medida como reaccione nuestro cerebro depende de nosotros en buena parte de nosotros. Es posible entrenar nuestro cerebro por medio de emociones en dosis controladas, por ejemplo, el miedo a volar por medio de pequeños logros y retos que superemos de manera consciente.
Esto es algo que conocemos muy bien en alguna disciplina deportiva, incluso mucho antes de que entrenemos el músculo físico como en un levantamiento de pesas o en un salto olímpico en la piscina, nuestra mente emite mensajes para capacitarnos a hacer dicho ejercicio cada vez mejor. No solo los músculos están aprendiendo día a día con el ejercicio, es el sistema nervioso y el cerebro el que está siendo entrenado principalmente, una y otra vez. Y si el reforzamiento emocional está presente, sin duda tendrá mayor éxito.
Tengamos entonces esto en cuenta: Adaptarse es lo que mejor sabe hacer el cerebro.
Sin la posibilidad de una mente consciente, no tendríamos ningún conocimiento acerca de nuestra humanidad; no tendríamos ningún conocimiento acerca del mundo. No tendríamos dolores, pero tampoco alegrías.
Sería ridículo afirmar que sabemos cómo se crea la conciencia en nuestros cerebros, pero desde luego, podemos comenzar planteando la cuestión y empezar a ver el desarrollo de una solución.
Tenemos un yo que está presente involuntariamente en nuestras mentes en este momento. Somos dueños de nuestras mentes. Y tenemos la sensación de que cada uno de nosotros está experimentando esto, y no la persona sentada a su lado. Así que para tener una mente consciente, tendrán un sí mismo dentro de la mente consciente.
Ahora, existen tres niveles de sí mismo: el proto-yo, el yo-central y el yo- autobiográfico. Los dos primeros son compartidos con muchas especies y son producidos en gran medida por el tronco encefálico y todo lo que derive de la corteza en esas especies. Es el yo-autobiográfico el que poseen algunas especies, creo. Cetáceos y primates poseen un yo-autobiográfico hasta cierto punto. Y los perros domésticos tienen en cierto modo también, un yo-autobiográfico. Pero la novedad está aquí.
El yo-autobiográfico se construye sobre la base de los recuerdos del pasado y de los recuerdos de los planes que hemos hecho; es la vida pasada y el futuro proyectado. Y el yo-autobiográfico ha provocado la memoria ampliada, el razonamiento, la imaginación, la creatividad y el lenguaje. Y de ellos han salido los instrumentos de la cultura: la religión, la justicia, el comercio, las artes, la ciencia, la tecnología. Y es dentro de esa cultura que podemos lograr, y ese es el descubrimiento, algo que no está establecido biológicamente por completo. Está desarrollado en las culturas. Lo desarrollan los seres humanos en colectivo. Y ésta es, por supuesto, la cultura en la que hemos desarrollado algo que denomino la regulación socio-cultural.
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Carlos E González es especialista en imagen y comunicación en el Centro de Investigación en Neurociencias Aplicadas (CINA)
LinkedIn: carlosegonzalezd